miércoles, 27 de noviembre de 2013

Anécdota


LA TIENDA

Me llamo Merinda y he de contaros cómo Susana me relató un episodio de su vida… La tienda del pasaje Lleó de Xàtiva estaba repleta, y fuera la gente hacía cola intentando hacerse un hueco para poder entrar…

- Raquel ya no queda fragancia J. No entiendo que está pasando ¿Porqué todo el mundo pide la misma fragancia?
- No sé Susana, aunque… puedo tener una ligera idea.
- ¿Si? pues cuenta.
- Ayer domingo, mi hermano David, asistió a la carrera “La muntà al Castell” se dice que es muy bonito el recorrido. El camino cada vez más empinado se ve abrupto de distintas especies de árboles. Al subir Xàtiva se ve cada vez más pequeñita y se pueden vislumbrar también los pueblecitos de alrededor, la Seo, y otras mas bellezas.

Las dos chicas, intentaban mantener una charla coherente entre susurros, cuando coincidían empaquetando o en la trastienda…

- A mi hermano David –dijo Raquel mirando a Susana fijamente y asintiendo ligeramente con la cabeza- no se le ocurrió otra cosa que coger la fragancia de J que está ahí, puf, no sé cuanto tiempo y que a nadie le parecía interesar.
- Ya, buscando… nuevas sensaciones… como si no conociese a tu hermano .dijo Susana sarcásticamente-
- Y ¿no ves extraño Susana, que todo el mundo al oler esas flores de ésta fragancia, dicen gustarles, y sin embargo, aquí cuando entran y la ven en colonia, no les atrae? Hasta ahora claro.
- Si. Tienes razón. Y yo, te digo que conociendo a tu hermano, sé que a él, poco le importa si la fragancia es de hombre o de mujer. Le gusta y ya está. Bueno dime ¿Y que? ¡Cuenta!

El enorme reloj, colgado encima del acceso a la trastienda, se hacía sonar. El tintineo daba la una del medio día, y algunas compradoras si hubiesen podido fulminar con la miraba, a Raquel y Susana cuando éstas cuchicheaban, ya lo habrían hecho…

- Ya sabes que David se ha estado preparando durante todo el año para ésta carrera. Él y sus amigos han hecho el recorrido a menudo para estar en forma, así es que alcanzaba fácilmente a sus contrincantes a pesar del viento desfavorable, y cuando dejaba atrás a un pequeño grupo de corredores, escuchaba como se preguntaban entre ellos “¿no oléis a Jazmín? ¿Dónde esta?”

Susana dejó lo que tenía entre las manos y empezó la carcajada, las compradoras se miraban algunas entre sí sin entender.

- No es para tanto Susana.
- Ya, conociendo a tu hermano, no sé que por qué… estaría descojonándose por dentro.
- Aún no sabes le mejor Susana.
- ¿A no?
- David quedó el tercero en la carrera. Subió al podium. Le dieron el micrófono y fue cuando mirando a la multitud, dijo gritando: “Tengo que confesar a todo corredor a que le he adelantado que llevo la fragancia de Jazmín. Mi hermana la vende en la tienda en el pasaje del Lleó.”


Ana María Llorens

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