sábado, 19 de enero de 2013

Radiografía de un sótano



Os dejo a modo de ejemplo uno de los capítulos que  Georges Perec utiliza para describir a dos de las familias que viven en el edificio de su novela La vida instrucciones de uso. Fijaros en el uso (abuso) de la acumulación de objetos que de alguna manera "conspiran" para mostrarnos a los dueños así como la manera en el que acaba entretejiendolos con lo anecdótico y lo vivencial de tal manera que no sólo están puestos allí por sus dueños, sino que también definen a los que los poseen.

 

CAPÍTULO XXXIII

Sótanos, 1

Sótanos.
El sótano de los Altamont, limpio, ordenado, nítido: desde el suelo hasta el techo, estantes y cajones provistos de etiquetas anchas y bien legibles. Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio; no se les ha olvidado nada: hay existencias, provisiones como para resistir un asedio, como para sobrevivir en caso de crisis, como para ir tirando en caso de guerra.
La pared de la izquierda está reservada para los productos alimenticios de primera necesidad: harina, sémola, maizena, fécula de patata, tapioca, copos de avena, azúcar en terrones, azúcar en polvo, azúcar glas, sal, aceitunas, alcaparras, condimentos, grandes tarros de mostaza y pepinillos, latas de aceite, paquetes de hierbas secas, paquetes de pimienta en grano, clavos, setas liofilizadas, latitas de cortezas de trufas; vinagre de vino y alcohol; almendras fileteadas, nueces peladas, avellanas y cacahuetes empaquetados al vacío, pastitas para aperitivo, caramelos, chocolate para cocer y para comer, miel, confitura, leche en bote, leche en polvo, huevos en polvo, levadura, natillas marca Francorusse, té, café, cacao, tisanas, cubitos de caldo Kub, tomate concentrado, harina, nuez moscada, guindillas, vainilla, especias y plantas aromáticas, pan rallado, biscottes, uvas pasas, dulce de fruta, tallos de angélica; siguen después las conservas: conservas de pescado: atún desmenuzado, sardinas en aceite, anchoas enrolladas, caballa al vino blanco, sábalo en tomate, merluza a la andaluza, sprats ahumados, sucedáneo de caviar, hígado de bacalao ahumado; conservas de legumbres y hortalizas: guisantes, puntas de espárragos, champiñones de París, judías verdes extra, espinacas, corazones de alcachofas, salsifíes, menestra, así como paquetes de legumbres secas: guisantes, alubias verdes, lentejas, habas, alubias blancas; paquetes de arroz y de pastas: macarrones cortados, fideos, conchas, spaghetti, patatas fritas, puré de patata, sopas en sobre; conservas de fruta: orejones de albaricoque, peras en almíbar, cerezas, melocotones, ciruelas, bolsas de higos secos, cajas de dátiles, de plátanos secos, de ciruelas pasas; conservas de carne y platos preparados: corned–beef, jamón, terrinas, chicharrones, foie gras, paté de hígado de cerdo, galantina, cabeza de jabalí, choucroute, cassoulet, longaniza con lentejas, raviolis, cordero guisado, ratatouille de Niza, cuscús, pollo a la vasca, paella, ternera con salsa blanca a la antigua.
La pared del fondo y casi toda la de la derecha están ocupadas por botellas extendidas en botelleros de alambre plastificado siguiendo un orden visiblemente canónico: primero los llamados vinos de mesa, luego los Beaujolais, Côtes du Rhône y vinos blancos del Loira del año, después los vinos de conservación corta: Cahors, Bourgueil, Chinon, Bergerac, por último la verdadera bodega, la gran bodega, llevada con un libro en el que se hace constar cada botella, procedencia, cosechero, proveedor, añada, fecha de entrada, plazo óptimo de conservación, eventual fecha de salida; vinos de Alsacia; Riesling, Traminer, Pinot negro, Tokay; Burdeos tintos: Médoc: Château–de–l’Abbaye–Skinner, Château–Lynch–Bages, Château–Palmer, Château–Brane–Cantenac, Château–Gruau–Larose; Graves; Château–Lagarde–Martillac, Château–Larrivet–Haut–Brion; Saint–Emilion: Château–Latour–Beau–Site, Château–Canon, Château–La–Gaffellière, Château–Trottevieille; Pomerol: Château–Taillefer; Burdeos blancos: Sauternes: Château–Sigalas–Rabaud, Château–Caillou, Château–Nairac; Graves: Château–Chevalier, Château–Malartic–Lagravière; Borgoñas tintos: Côtes de Nuits: Chambolle–Musigny, Charmes–Chambertin, Bonnes–Mares, Romanée–Saint–Vivant, La Tâche, Richebourg, Côtes de Beaune: Pernand–Vergelesse, Aloxe–Corton, Santenay Gravières, Beaune Grèves «Vignes–de–l’Enfant–Jésus», Volnay Caillerets; Borgoñas blancos: Beaune Clos–des–Mouches, Corton Charlemagne; Côtes du Rhône; Côte–Rôtie, Crozes–Hermitage, Cornas, Tavel, Château–neuf–du–Pape; Côtes–de–Provence: Bandol, Cassis; Vinos del Mâconnais y del Dijonnais, vinos naturales de Champagne —Vertus Bouzy, Crémant—, vinos varios de Languedoc, Béarn, Saumurois y Turena, vinos extranjeros: Fechy, Pully, Sidi–Brahim, Château–Mattilloux, vino del Dorset, vinos del Rin y de Mosela, Asti, Koudiat, Haut–Mornag, Sangre de Toro, etc.; por último hay unas cuantas cajas de champán, vinos aperitivos y licores diversos —whisky, ginebra, kirsch, calvados, coñac, Grand–Marnier, Bénédictine—, y, de nuevo en los anaqueles, algunas cajas con diferentes bebidas no alcohólicas, con gas o sin gas, aguas minerales, cervezas, zumos de fruta.
Por último, al final y a la derecha, entre la pared y la puerta —enrejado de madera reforzado con hierro y cerrado con dos gruesos candados—, la zona de los productos de limpieza, los productos de tocador y los productos diversos: lotes de bayetas, tambores de polvos para lavar la ropa, detergentes, desincrustantes, desatascantes, lejía concentrada, esponjas, productos para parquets, cristales, dorados, plata, cristalería, baldosas y linóleos, cepillos de escobas, bolsas de aspirador, velas, reservas de cerillas, lotes de pilas eléctricas, filtros de cafetera, aspirinas vitaminadas, bombillas antorcha para arañas, hojas de afeitar, colonia barata a granel, pastillas de jabón, botellas de champú, algodón hidrófilo, bastoncitos para las orejas, limas esmeriladas, cargas de tinta para estilográfica, cera, botes de pintura, apósitos individuales, insecticidas, encendedores de cocina, bolsas para la basura, piedras de mechero, papel de secar.

Sótanos.
El sótano de los Gratiolet. Varias generaciones han apilado aquí desechos que nadie ha ordenado ni seleccionado nunca. Yacen, a tres metros de profundidad, bajo la guardia inquieta de un gatazo atigrado, que, encaramado en lo más alto, al otro lado del tragaluz, espía por entre los barrotes el inaccesible aunque no del todo imperceptible trotecillo de un ratón.
El ojo, acostumbrándose poco a poco a la oscuridad, acabaría reconociendo, bajo su fina capa de polvo gris, restos dispersos procedentes de todos los Gratiolet: el bastidor y los montantes de una cama antigua, unos esquíes de madera de hickory que han perdido desde hace tiempo toda su elasticidad, un casco colonial de una blancura antaño inmaculada, unas raquetas de tenis sujetas entre sus pesadas prensas trapezoidales, una vieja máquina Underwood, de la famosa serie de los Cuatro Millones que, debido a su tabulador automático, pasó en su época por uno de los objetos más perfectos que se han ideado en todos los tiempos; en ella François Gratiolet empezó a mecanografiar sus recibos, cuando decidió que debía modernizar la contabilidad; un viejo Petit Larousse Illustré que empieza con la mitad de la página 71 —ASPIC n. m. (griego aspis). Nombre vulgar de la víbora. Fig. Langue d’aspic, persona maledicente— y acaba en la página 1530: MAROLLES–LES–BRAULTS, cab. de cant. (Sarthe), distr. de Mamers; 2000 hab. (950 aglom.); una percha de hierro forjado de la que sigue colgado un capote de gruesa lana basta todo remendado con pedazos de colores y a veces hasta de tejidos distintos: el capote del soldado raso Olivier Gratiolet, hecho prisionero en Arras el 20 de mayo de 1940, liberado en mayo de 1942 merced a la intervención de su tío Marc (Marc, hijo de Ferdinand, no era tío de Olivier, sino primo hermano de su padre Louis, pero Olivier lo llamaba siempre «tío», igual que llamaba «tío» al otro primo de su padre, François); un viejo globo terráqueo de cartón, considerablemente agujereado; pilas y más pilas de periódicos desparejados: L’Illustration, Point de Vue, Radar, Détective, Réalités, Images du Monde, Comedia; en una portada de Paris–Match, Pierre Boulez, de frac, enarbola la batuta para el estreno de Wozzeck en la Ópera de París; en una portada de Historia se ve a dos adolescentes, uno con uniforme de coronel de húsares —pantalón de cachemir blanco, dormán azul oscuro con alamares gris perla, chacó con plumas— y el otro con levita negra, corbata y puños de encaje, arrojándose uno en brazos del otro, con la siguiente leyenda: ¿Se entrevistaron secretamente Luis XVII y el Aiglon[1] en Fiume el ocho de agosto de 1808? ¡Aclarado por fin el mayor enigma de la Historia! Una caja de sombreros repleta de fotografías abarquilladas, de esos clisés amarillentos o sepia que nunca se sabe a quién representan ni quién los tomó; tres hombres en una pequeña carretera rural; ese caballero fino y moreno, de bigote negro rizado con elegancia y pantalón a cuadros claros, será probablemente Juste Gratiolet, el bisabuelo de Olivier, el primer propietario de la casa, con unos amigos suyos que tal vez sean los Bereaux, Jacques y Emile, con cuya hermana Marie se casó Juste; y esos dos, delante del monumento a los caídos de Beyrut, ambos con la manga derecha vacía, y saludando con el brazo izquierdo la bandera tricolor, constelado de medallas el pecho, son Bernard Lehameau, un primo de Marthe, la mujer de François, y su viejo amigo el coronel Augustus B. Clifford, a quien sirvió de intérprete en el Gran Cuartel General de las Fuerzas Aliadas en Peronne, y que, como él, perdió el brazo derecho al ser bombardeado dicho G.C.G. por el Barón Rojo el 19 de mayo de 1917; y aquel otro, aquel hombre visiblemente présbita, que lee un libro en un atril inclinado, es Gérard, el abuelo de Olivier.
Al lado, amontonadas en una caja de hojalata cuadrada, conchas y piedras recogidas por Olivier Gratiolet en Gatseau, en la isla de Oléron, el tres de septiembre de 1934, día de la muerte de su abuelo, y, sujeto con una goma, un paquete de estampas de Epinal[2] como las que se daban en la escuela primaria cuando se tenía una cantidad suficiente de puntos de buena conducta: la de encima representa el encuentro, en un buque de guerra, entre el zar y el presidente de la República francesa. Por todas partes, hasta perderse de vista, sólo se ven navíos cuyas humaredas desaparecen en un cielo sin nubes. Con grandes pasos acaban de avanzar el zar y el presidente uno hacia otro y se están dando la mano. Detrás del zar, como detrás del presidente, permanecen dos caballeros: en contraste con la alegría manifiesta en los rostros de ambos jefes, los suyos parecen graves. Las miradas de las dos escoltas se concentran en sus soberanos respectivos. Abajo —la escena se desarrolla visiblemente en la cubierta alta del navío—, medio cortadas por el margen de la imagen, se yerguen largas filas de marinos en posición de firmes.


[1] L’Aiglon (el Aguilucho), Napoleón II (François–Charles–Joseph Bonaparte), 1811–1832, hijo de Napoleón I y María Luisa de Austria, rey de Roma y más tarde duque de Reichstädt. (N. del T.)
[2] Véase nota del capítulo VIII. (N. del T.)

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