sábado, 19 de enero de 2013
Descripcion Habitación
Las sábanas despiertan moribundas. Las noches de onanismo incontrolado y de eyaculaciones sin rumbo las están acercando a las placidas orillas del Aqueronte. Torturadas no pueden cerrar la boca a las últimas gotas de semen que resbalan por las ingles. Mojadas, sudadas, pegajosas, manchadas, de un blanco roto suplican ateas por una muerte digna. La mezcla corrosiva de sexo y sudor las está acuchillando desgastando la posibilidad de que una pócima jabonosa pudiera devolverlas a la vida. Translucidas, de un blanco amarillento esperan ser rasgadas por el cuerpo desnudo que está empezando a despertar.
La mano de uñas ennegrecidas vuelve a acariciar la tripa, se enredan los dedos en el frondoso vello que tras las lluvias seminales de la noche anterior continua viscoso. El glande enrojecido vuelve a ser acariciado por unos meñiques torcidos y necrosados. La mano derecha está logrando un ritmo tan armónico como el ejercido por los picos y las palas de los reos del blus. Los ojos pegajosos de lagañas ven a la rubia del televisor que ha pasado la noche jadeando en un continuo repet. La joven que está siendo amada con firmeza por la espalda se despide del seboso para volver al Videoclub. El calor es insoportable.
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