Guión-Ana Llorens (Flores para Sandra)

FLORES PARA SANDRA María una joven de 35 años cuya melena le llega a la cintura y que se confunde con el color azabache de sus ojos, es contratada para el período vacacional de junio, julio y agosto en una residencia un poco lúgubre en algunas de sus zonas. Criada en un orfanato tiene una carencia afectiva que pronto cubre cuando conoce a Sandra, una viejecita de 80 años ciega y apasionada por las flores. Se toman cariño mutuamente de inmediato y Sandra acaba llamando hija a María. Por otro lado unas cucarachas madre e hija son testigos de conversaciones que surgen tanto en la habitación de Sandra como en la cocina general que está en el piso de abajo y que abastece Al resto de las secciones. El conflicto surge porque Sor Angustia una monja de 50 años alta y esbelta de naturaleza colombiana desde el primer día que ve a María le irrita la belleza de ésta, el aire juvenil de sus ropas y la dulzura con que habla a las residentes. Piensa que nadie da nada sino es a cambio de algo. No cree en la bondad de María. Ella está segura de que Sandra será dañada en el momento que María acabe su contrato, se marche y se olvide de Sandra para siempre. María conoce a Josep sobrino de Sandra, un hombre fornido, rubio y recién divorciado de 40 años y sin hijos en una de las visitas. Dado que Josep se encuentra de vacaciones comienza a visitar a su tía de forma habitual. Armonizan muy bien los tres hasta el punto de que María le confiesa los deseos de Sandra. Adoptarla como hija legítima. Josep aprueba la idea y las ayuda en los trámites. Sor Angustia que no ve con buenos ojos las visitas de hombres por las dependencias aunque sean familiares intenta despacharlo con cualquier escusa. Llega el momento de la despedida de María por la finalización del contrato y Sor Angustia la llama para hablar con ella y le comunica que le queda prohibido visitar a Sandra o a cualquier otro residente. Son normas de la casa. María no le replica simplemente le dice que es hija legítima de Sandra y desea llevársela a casa. Sandra no quiere irse de aquel lugar a pesar de todo y María parte de allí con lágrimas amargas. Una de las cucarachas abatida en ver alejarse a María, sale de su escondrijo siendo aplastada por Sor Angustia. Tres meses después a petición de Sor Angustia es trasladada a otra población aduciendo estar hastiada de la ciudad. El puesto de Sor Angustía había que cubrirse y las monjas en una reunión convinieron llamar a María de entre todas las candidatas. María entra a trabajar en el mes de diciembre y para ellas fue como un regalo del universo. Ahora María y Sandra intentan recuperar un tiempo familiar que nunca tuvieron. Por otro lado Cucaracha descubre la existencia de su verdadera familia. Ana Llorens.