sábado, 9 de noviembre de 2013

¿Qué pienso que es la literatura? ¿Qué tipo de historias me gustaría escribir?

¿Qué pienso que es la literatura?

Podemos ver la literatura desde dos puntos de vista. En primer lugar desde el punto de vista del escritor y en segundo lugar desde el del lector.

Desde el punto de vista del escritor la literatura es un medio para transmitir, para exteriorizar, para materializar, todos los sentimientos, emociones y pensamientos que bullen en su interior. Un modo de perpetuar vivencias, inquietudes, cavilaciones y compartirlas con otros, hacerlos participes de ellas. Es la forma de transferir al papel por medio de palabras, una maraña de conexiones neuronales, de sinapsis, modelándolas, adornándolas, dándoles una coherencia, un hilo conductor. Es la manera de exponer, de plantear a otros aquellas cosas que el autor se cuestiona. Es un monólogo que en ocasiones aspira o desearía ser un diálogo con el lector.

Del otro lado, para el lector, la literatura puede ser una vía de escape, una manera de evadirse del mundo, un refugio al que escapar, un amigo al que pedir consejo. La literatura es magia, porque nos puede transportar a lugares que nunca hubiéramos podido imaginar, a épocas en las que jamás podríamos vivir. La literatura puede ser escultura o pintura, a través de las palabras que leemos, nuestra mente es capaz de modelar personajes o dibujar paisajes. La literatura puede ser infinidad de cosas, en cada caso, dependerá de lo que el lector busque en ella.

¿Qué tipo de historias me gustaría escribir?

Mi motivación para acudir a este taller de narrativa no es el escribir grandes historias o relatos, sino únicamente mejorar mis escasos conocimientos o habilidades  y adquirir algunos nuevos tanto del punto de vista de la lectura como de la escritura.


No me he planteado en ningún momento qué tipo de historias me gustaría escribir pero, en todo caso, si he de escribir algo sé que me gustaría que fueran relatos que pudieran llegar a traspasar lo meramente superfluo y llegar al interior de quien los lea, a remover de algún modo sus emociones. Resumiendo, me gustaría poder ofrecer textos que consigan poner en marcha dentro del lector, tanto la maquinaria intelectual como la emocional.

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