LA
HISTORIA PERFECTA
“Para
gustos..Colores” como dice el refrán.
Hay tantas historias perfectas como lectores hay.
La
historia Perfecta es aquella que nada más comienza te seduce. Aquella que te
atrapa, da igual lo que te cuente si te lo cuenta bien. Porque, desde el
momento que inicias la lectura, toda tu
alma se ha quedado enredada entre las líneas y no quieres parar, aunque sí
detenerte en esas situaciones, o en esos sentimientos que resuenan en ti. Por
eso te detienes. Y el tiempo se detiene también.
No
importa la extensión del texto, ni tan siquiera importa la temática y casi yo
diría que ni siquiera el género, mas, lo
que sí que importa es que se prenda esa chispa que te mantiene atento y
expectante hasta el punto final. De
un modo imperceptible, casi sin darte cuenta,
estás introducido en una burbuja, aislado del mundo real. Lees con
avidez, recorriendo los recovecos de
una historia, atrapado entre las líneas que trazan las
palabras y nutren el relato.
La historia te hipnotiza dejándote
pegado a las palabras, a la frase siguiente, a la siguiente idea, siendo capaz de mantenerte atento mientras acrecienta el deseo irrefrenable que te impulsa a no querer
parar, al recorrer los largos vericuetos de esa historia nacida
de otra mente, compartiendo, sin trabas, los variados sentimientos de unos
personajes que nunca conociste (pero te reconoces en esos sentimientos porque también
son tuyos) o te adentran en una
situación desconocida, o te transportan a un mundo imaginario abriéndote la mente a nuevas experiencias. La Historia Perfecta es aquella que es capaz
de conectar dos mundos, de conectar dos
mentes, de conectar dos sentimientos. De conectar al Autor y al Lector. Por eso
no importa el tema, ni la extensión y ni siquiera el género.
“Crónica
de una muerte anunciada” o “El amor
en los tiempos del cólera” Gabriel García Márquez, “Olvidado
rey Ubú” de Ana Mª Matute .. Cuentos
de Borges, el profundo calado de un poema de Neruda o la ironía lúcida de Mario
Benedetti. No, no importa la temática, ya que todo tu
ser, metido en la lectura, se ha
olvidado del tiempo y habita en otros mundos.
El autor ha tejido su
tela de araña y no importa hacia dónde te conduzca esa historia porque, estas
atrapado en su Historia Perfecta.
Tola
Clerigues.
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